Marx decía con mucha razón que "la ciencia es el camino que lleva de la apariencia a la esencia de los seres y las cosas".
Aunque aparentemente no haya relación con el tema de la enseñanza de Gurdjieff, si profundizamos un poco nos damos cuenta de que la personalidad construye la apariencia de los seres y su propio contenido es un programa impuesto por la sociedad a través de la educación para informarnos y ordenarnos como debemos aparecer para lograr el poder y el dinero que nos permitirán satisfacer nuestros deseos y realizar nuestros sueños.
Los deseos y los miedos pertenecen a la personalidad cuando se refieren a las apariencias que tenemos que conservar para que los demás nos complazcan. Tememos perder esa imagen que ven los otros porque no van a darnos lo que queremos. Debemos proyectar perfección para que los demás nos aprecien, aunque no sepamos si somos o no perfectos. Debemos proyectar conocimientos y habilidades para que los demás nos las paguen.
Los deseos y los miedos de la esencia, por lo general están alojados en el inconsciente instintivo y aparecen en forma disfrazada cuando la personalidad lo autoriza. La personalidad forma lo que Freud llamaba superego y termina con la muerte.
La esencia como contenido del centro sexual no se acaba con la muerte del cuerpo físico y define en forma mecánica las condiciones y eventos cruciales de la siguiente encarnación.
Los centros mental y emocional superiores y el centro sexual al trabajar con hidrógenos 12 o superiores, sobreviven a la muerte física.
El centro sexual con sus frustraciones, sus sueños y sus miedos es el factor de iniciativa en el proceso de renacimiento.
Esta es una presentación que se diferencia y reinterpreta la enseñanza de Gurdjieff, para adaptarla a los hechos y sucesos contradictorios con lo que él expreso, como seria el Renacimiento, y el contenido de la esencia que implican vida y presencia de elementos y datos antes de nacer y después de morir.
