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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lo que le debo a Gurdjieff

Tuve la referencia de Gurdjieff, hace 44 años por medio de un libro sobre él que compre, escrito por Louis Pawels y que llevaba ese titulo. Me atrajo por estar escrito por uno de los autores del "Retorno de los Brujos", una obra que de alguna manera marco mi vida.

Pero mi relación con las enseñanzas de este Maestro se concreto cuando llego accidentalmente en 1973 a mis manos otro libro titulado " Fragmentos de una Enseñanza Desconocida" escrito por P. D. Ouspensky. Aun recuerdo la inmensa emoción que sentí leyéndolo. Repetí mas de 5 veces la lectura durante los siguientes 10 años.

En los  80s leí "Encuentro con hombres notables" y "Relatos de Belcebú a su nieto"  y de esta lectura surgió un cuestionamiento a la ley de Siete, tal como estaba escrita en el  mencionado libro de Ouspensky..  

Se me presentaron objeciones lógicas con relación a las octavas del aire y de las impresiones y me era imposible ubicar los cuerpos sutiles en el eneagrama del alimento físico y del aire. Esas dificultades en lugar de ser resueltas leyendo "Relatos de Belcebú a su nieto" se aumentaron aún más.

Al principiar la década de los 80 estaba perdido en el Cuarto Camino. No encontraba el significado de la ley de 7. Las personas de los grupos de Gurdjieff, no hacían sino empeorar la situación. La participación en las danzas no me aporto la comprensión prometida por el maestro.

Resolví salir de mi relación con la enseñanza porque no me conducía a ninguna parte. Fue cuando me dedique a estudiar a Sri Aurobindo y me llego un libro clave: "la vida en la vida" de Lizelle Reymond y Shri Anirvan, escrito acerca del trabajo y que iluminaba ciertos aspectos prácticos de la enseñanza.

A principios de los 90s  tuve dos experiencias : la certeza de la reencarnación y una nueva comprensión del Eneagrama que aclaro en forma definitiva la Ley de Siete.

La certeza del renacimiento me aporto otras certezas que revaluaban lo que Gurdjieff había negado o apenas  considerado posible. La existencia de vidas antes de nacer, negaba que si uno moría sin haber alcanzado el nivel de ser correspondiente a la conciencia objetiva se destruía para siempre. Moría como un perro.

La nueva comprensión del Eneagrama consistió en invertir la numeración y en darle mucha importancia al choque entre la y sol que Gurdjieff en "Relatos de Belcebú ....." llama: "choque voluntariamente realizado".

Esas dos experiencias significaron  que apareciera en mi mente esta idea fundamental:  La verdadera alternativa para el hombre es entre repetirse al mismo nivel en cada vida o evolucionar construyendo un alma mediante el "choque voluntariamente realizado"

Al evolucionar y construir su alma, el hombre se libera  de la monótona cadena de renacimientos y puede ascender a mundos espirituales sin las limitaciones del cuerpo físico.

Como puede verse, aunque a Gurdjieff  le debo, entre otras cosas, el eneagrama, la ley de tres y de siete. No obstante esos elementos escondían y dejaban desamparados a todos los que intentaban descifrarlos. Eran un rompecabezas imposible de armar con las indicaciones del maestro. Se necesitaba poner en duda todas las pistas y buscar en otras teorías para empezar a comprender su verdadero sentido.